AGOSTO

EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE N° 5

TEMAS AGOSTO

5.1. Identificamos la desigualdad entre mujeres y hombres

5.1. Identificamos la desigualdad entre mujeres y hombres

¡Hola! Iniciamos una nueva experiencia de tutoría, en la que reflexionaremos sobre cómo la desigualdad de oportunidades entre mujeres y hombres vulnera los derechos y, también, genera violencia, especialmente contra la mujer. Desde nuestro rol como estudiantes, presentaremos propuestas para promover relaciones equitativas. ¡Adelante!

 

Para acercarnos al tema, realicemos el siguiente ejercicio:

Volvamos a leer los mensajes y verifiquemos si las situaciones que hemos asignado a cada personaje son las correctas.

A partir del ejercicio realizado, reflexionamos y respondemos estas preguntas:  

1. ¿Qué diferencias o similitudes encuentras en las oportunidades que tienen mujeres y hombres?

2. ¿Te identificas con las situaciones descritas en los recuadros?

3. ¿Alguna vez has sentido que te diferencian por ser mujer u hombre ante determinadas tareas?

Ahora que reflexionamos sobre la base de estas preguntas, es importante que comprendamos algunos elementos claves para seguir aprendiendo.

Ahora que reflexionamos sobre la base de estas preguntas, es importante que comprendamos algunos elementosclaves para seguir aprendiendo.

Desigualdad de oportunidades entre mujeres y hombres

Imagina que trabajas en una empresa en la que laboran otras 9 personas que realizan el mismo trabajo que tú. Si embargo, a tres de ellas les pagan más sueldo que a ti, sin ninguna explicación. ¿Cómo te sentirías? Bueno, eso es lo que les pasa a muchas mujeres en el mundo que, a pesar de realizar la misma labor, con la misma calidad y

en el mismo tiempo, ganan menos que sus compañeros hombres, solo por el hecho de ser mujeres.

Este trato desigual hacia las mujeres está muy enraizado en nuestra sociedad y muchas veces se origina en el hogar y se repite en la escuela, en la comunidad, en el trabajo, etc. A continuación, leamos las siguientes historias:

 

Marina, de Chimbote, nos cuenta que cuando salía al recreo con sus amigas nunca podían jugar en el patio, porque sus compañeros invadían todo el espacio jugando fútbol, e incluso, a veces, les caía un pelotazo si estaban cercade ellos.

 

A Isabel, de Tacna, su abuelita le contó que sus padres no querían que vaya al colegio porque en su tiempo era mal visto que las mujeres aprendieran a leer y escribir, ya que de esa manera podrían comunicarse con algún enamorado; además, había muchas cosas por hacer en casa. Sus hermanos sí terminaron sus estudios.

 

Fermín, de Ayacucho, nos cuenta que cuando él era pequeño sufría bulliyng por parte de sus compañeros de la escuela. Y cuando llegaba a casa, si su padre se daba cuenta de que había llorado, le daba cocachos y le decía que no debía llorar, porque era hombre, y le enseñaba a golpear para defenderse.

Fermín no podía demostrar miedo o pena por temor al castigo de su padre.

Así, aprendió a reprimir sus emociones y a ser agresivo en sus relaciones con los demás.

 

Como vemos, la desigualdad entre mujeres y hombres afecta a todos, pero principalmente a las mujeres. Los derechos de millones de niñas y mujeres a la educación, la salud, la identidad, el trabajo, la participación política y a no ser agredidas están siendo afectados por esta desigualdad.

Tomemos en cuenta que...

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) manifiesta que “poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas no es solo un derecho humano básico, sino que además es crucial para acelerar el desarrollo sostenible”.

¿Cómo afecta la desigualdad a niñas y mujeres?

Una de las principales consecuencias de la desigualdad entre mujeres y hombres es  la falta de acceso a la educación y a oportunidades de trabajo de forma equitativa.

Pero la consecuencia más grave de la desigualdad de género es la violencia física, psicológica y sexual. Actualmente, una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido esta violencia, principalmente por parte de un compañero sentimental.

¡Ponemos en práctica lo aprendido!

Luego de reflexionar sobre la desigualdad entre  mujeres y hombres, estamos listas y listos para poner en práctica lo aprendido.

Sobre la base de lo que hemos leído acerca de la desigualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres, volvamos a revisar lo que realizamos en el primer ejercicio.

¿De qué nos dimos cuenta?

Todas las situaciones planteadas pueden corresponder tanto a mujeres como a  hombres. Es decir, ambos pueden desarrollarse en el campo que prefieran, ya sea en los estudios, en el deporte, en la política, etc. Asimismo, ambos pueden y deben expresar sus emociones de forma adecuada cuando sientan la necesidad de hacerlo, educar a sus hijas e hijos con amor, etc. No existen diferencias en sus capacidades y potencialidades, ni en la forma de sentir las emociones.

Si somos conscientes de ello, y promovemos desde los roles y espacios en los que interactuamos la igualdad, estaremos aportando a esa sociedad que tanto anhelamos. Enseguida, reflexionemos sobre algunas de las actitudes que podemos desarrollar:

4.  Promovamos la división de las tareas del hogar entre hermanas y hermanos de forma equitativa y de acuerdo a la edad y las habilidades.

5. Participemos activamente en las actividades que se organicen en el aula y en laescuela.

6. Observemos si existen compañeras o compañeros que no participan. Motivémoslos e incluyámoslos en las tareas del aula o de la escuela.

7. Observemos que nuestras conductas no expresen actitudes discriminatorias, en especial, hacia nuestras compañeras o amigas.

8. Recordemos que mujeres y hombres podemos realizar las mismas tareas en el hogar y la escuela. Alternemos responsabilidades en las actividades que se programen.

9. Evitemos bromas o mensajes en los que se discrimine o se minimice las habilidadesde las mujeres, o se promueva el machismo.

La construcción de una sociedad justa y equitativa depende de nosotras/os.

¡Bravo! ¡Hicimos una reflexión muy importante!

¡Ya estamos culminando!

A continuación, algunas ideas muy valiosas e interesantes.

• Existe desigualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres.

• La desigualdad afecta a mujeres y hombres, pero más a las mujeres.

• La desigualdad afecta el derecho de millones de niñas y mujeres a la educación, la salud, la identidad, el trabajo, la participación política y a no ser agredidas.

Ahora, veamos juntas y juntos nuestros aprendizajes.

 

Marca con un aspa “X” en los recuadros correspondientes.

10. Aprendizajes

Mucho

Más o menos

Poco

Reconocí que mujeres y hombres deben tener los mismos derechos y oportunidades.

 

 

 

Identifiqué situaciones y conductas no saludables en mi relación con las personas.

 

 

 

Propuse acciones creativas para promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

 

 

 

¡Buen trabajo!

 

Nos vemos en la próxima actividad para  seguir aprendiendo y reflexionando.

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5.2. Rconocemos relaciones saludables en nuestro entorno.

5.2. Reconocemos relaciones saludables en nuestro entorno

¡Hola!

Para acercarnos al tema, leamos con atención las siguientes historias:

Ivonne se molesta con Maritza, su mejor amiga, cada vez que ella conoce nuevas amistades. Ambas siempre han sido muy amigas, comparten útiles y tareas, y se han contado muchas situaciones familiares. Ivonne piensa que ella deber ser su única amiga y no soporta que Maritza tenga nuevas amistades. Se siente desplazada y no quiere hablarle.

A Justino le gusta mucho Adela y siempre quiere quedar bien con ella, pero últimamente ya no se siente cómodo, porque Adela quiere revisar su celular, su correo e incluso le ha pedido su clave de Facebook. Aunque él no tiene nada que ocultar, le incomoda que Adela no le tenga confianza.

Juanita está triste porque siente que algo no anda bien con Raúl, su enamorado. Cada vez que ella desea ir a la casa de alguna de sus amigas, Raúl le insinúa  que mejor no vaya porque son malas amistades, y se pone triste porque ella prefiere más a sus amigas que a él. Esto ha hecho que Juanita se aleje de sus amigas y las extraña mucho, pero tampoco quiere que Raúl se sienta mal.

Después de haber leído atentamente las historias, reflexionamos y respondemos las siguientes preguntas:

1.¿En qué se parecen las historias de Maritza, Justino y Juanita?

2. ¿Qué está sucediendo en cada caso?

3. ¿Este tipo de situaciones pueden afectar la amistad  o las relaciones de pareja?, ¿por qué?

Ahora que hemos reflexionado sobre la base de estas preguntas, es importante que vayamos comprendiendo algunos elementos claves.

En las historias que leímos podemos identificar que existen relaciones, de amistad o de pareja, en las cuales una de las personas intenta manipular o ejercer dominio sobre otra a través de conductas como quitar el habla, molestarse o victimizarse.

En situaciones como estas o similares, incluso se puede llegar a amenazar o ejercer la violencia.

Este tipo de relaciones no son saludables, porque causan daño psicológico y hasta físico, ya que al ejercer presión sobre nosotras/os, no tenemos la oportunidad de tomar decisiones libremente, se reduce la capacidad de percepción de los hechos y nos podríamos sentir culpables por lo que le pudiera pasar a la otra persona. Si no nos damos cuenta de que estamos en una “relación tóxica”, el problema se irá incrementando de tal forma que será difícil hallar una solución.

Reconocemos las relaciones tóxicas

* Las relaciones de pareja son, casi siempre, complicadas, y se requiere un nivel de  madurez y equilibrio emocional para establecer una relación saludable.

* Las relaciones de pareja tóxicas son aquellas en las que por lo menos un integrante  de la relación tiene comportamientos y actitudes totalmente impropios, que pueden llegar a suponer una situación de vulnerabilidad psicológica y emocional para la otra persona.

A veces, no somos capaces de darnos cuenta de que estamos viviendo situaciones de abuso. El amor que sentimos puede cegar nuestro juicio y llevarnos a perdonar cualquier situación, al punto de ver malas actitudes como “normales”. Y a pesar de que familiares, amigas o amigos nos adviertan de que nuestra relación no es saludable, podríamos seguir con los ojos vendados.

Por ello, es importante reconocer las características de este tipo de relaciones. Veamos algunas:

1. A nuestra pareja le molesta que pasemos tiempo con amigas, amigos o familiares.

2. Controla nuestros gastos personales o pide explicaciones sobre nuestros gastos.

3. Investiga nuestras redes sociales y el teléfono móvil. No respeta nuestra privacidad.

4. Pregunta constantemente por nuestros horarios y controla nuestro tiempo.

5. Nos menosprecia y da a entender que sin ella/él no seríamos nadie ni podríamos  seguir adelante.

6. Nos chantajea emocionalmente.

7. Cuando conversamos con alguien del sexo opuesto, siente celos.

8. Nos trata con un exceso de paternalismo y sobreprotección.

9. Critica nuestra forma de vestir, nuestro estilo, etc.

10. Hace lo posible por restar importancia a nuestros méritos y virtudes.

11. Minimiza la importancia de nuestros problemas.

12. Cuando se produce una discusión, nosotros siempre cedemos.

13. Nos recuerda nuestros errores a cada momento.

14. Toma decisiones sin pedir nuestra opinión, e incluso sin informarnos.

15. Nos compara con otras parejas de su pasado.

¡Ponemos en práctica lo aprendido!

Luego de conocer algunos rasgos de las relaciones  tóxicas, estamos listas y listos para evitarlas y establecer relaciones saludables.

Establecemos relaciones saludables

Si bien cada pareja o amistad tiene su propia dinámica, dependiendo de varios  factores personales y sociales, hay aspectos que nos ayudarán a construir relaciones  afectivas saludables:

Escriba un compromiso de relaciones afectivas saludables

1.Respeto mutuo. Respetemos y valoremos las opiniones, las decisiones, las emociones y los sentimientos de la otra persona, es decir, su forma de ser, de sentir, de pensar y sus espacios.

2. Comunicación constante. Expresemos lo que pensamos y sentimos, lo que nos agrada y desagrada. Aprendamos también a escuchar a la otra persona.

3. Cuidado y protección de la otra persona. Busquemos el bienestar de los demás, cuidémonos y tratemos de ser mejores cada día. Motivémonos mutuamente para alcanzar nuestras metas y sueños.

4. Consentimiento. Tomemos decisiones de mutuo acuerdo y respetemos los consensos. No recurramos al chantaje o la manipulación emocional.

5. Confianza. Confiemos el uno en el otro. Si tenemos algunas dudas, conversemos abiertamente de ellas de forma asertiva.

Las relaciones saludables nos hacen sentir bien, favorecen nuestro bienestar y desarrollo personal, y contribuyen a la prevención de la violencia.

Recuerda: Si dudamos de estar en una relación saludable, busquemos ayuda en alguien de nuestra confianza. Puede ser un familiar, una profesora o un profesional de la salud. ¡Tenemos derecho a vivir una vida feliz, sin presiones!

¡Ya estamos culminando!

A continuación, algunas ideas muy valiosas e  interesantes.

• Es importante reconocer si estamos en una relación saludable o en una relación tóxica.

• Las relaciones afectivas saludables nos hacen sentir bien.

• Pueden existir relaciones tóxicas en las relaciones de amistad, familiares o de  pareja.

• En una relación tóxica uno o los dos miembros de la relación intenta manipular al otro ejerciendo presión o chantaje emocional, lo que causa daño, nubla el entendimiento y limita la libertad.

• Una relación saludable se basa en el respeto mutuo, la comunicación constante, el cuidado y la protección del uno por el otro, el respeto a las decisiones y, en especial, la confianza.

• Las relaciones saludables contribuyen a la prevención de la violencia.

Ahora, veamos juntas y juntos nuestros aprendizajes.

 

Marca con un aspa “X” en los recuadros correspondientes.

Aprendizajes

Lo logré

Estuve cerca

No lo logré

Reconocí que mujeres y hombres deben tener los mismos derechos y oportunidades.

 

 

 

Identifiqué situaciones y conductas no saludables  en mi relación con las personas.

 

 

 

Propuse acciones creativas para promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

 

 

 

¡Buen trabajo!

 

Nos vemos en la próxima actividad para seguir aprendiendo y reflexionando.

5.2. reconocemos relaciones saludables en nuestro entorno
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5.3.Proponemos acciones para la promoción de la igualdad y la prevención de la violencia.

5.3. Proponemos acciones para la promoción de la igualdad y la prevención de la violencia

¡Hola!

En la actividad anterior, aprendimos a reconocer las relaciones saludables de nuestro entorno y cómo contribuyen a la prevención de todo tipo de violencia. Ahora, en esta actividad, propondremos acciones para la promoción de la  igualdad y la prevención de la violencia.

* Para acercarnos al tema,  leamos con atención la siguiente historia. 

¡Hola! Me llamo Lucía. Vivo en Iquitos. Soy la última hija de 3 hermanos y estoy cursando el cuarto grado de secundaria. Mi madre es comerciante y vende papas, cebollas y ajos, mientras que mi papá vende juanes. Les cuento que mi mamá es de Huancayo y mi papá es de Nauta, Loreto. Mis hermanos y yo nacimos en Iquitos. Como soy la última hija, mis hermanos decían que con que sepa leer y escribir estaba bien, y que debía asumir más responsabilidades en la casa, ya que mis padres trabajan.

En principio, asumí que lo decían en broma, pero luego tenían una forma extraña de saludarme, con un golpe a la altura del hombro. Yo les decía si podían ser más cariñosos conmigo, y me dijeron que no son mujercitas, y que esas son cosas raras en los hombres. El año pasado, en un programa de radio de Tutoría, escuché que la violencia genera más violencia y pensé que tal vez mis hermanos eran víctimas de algún tipo de violencia en su entorno social, y decidí averiguar.

Un día, mientras regresaba de comprar mascarillas y alcohol para seguir cuidándonos de la COVID-19, un sujeto desde una esquina llamó a uno de mis hermanos: “Hey, vicuña, dile a tu mamá, digo a tu papá, que me traiga un juane”. Mi hermano no reaccionó para nada, solo atinó a decir “en un momento le traigo”. Comprendí el trato de mis hermanos hacia mí, así que aproveché un domingo que estábamos desayunando para contarle a mis padres lo que sucedía y les dije a mis hermanos que ya no estamos en la época donde se humillaba a alguien por ser de la sierra o de la selva, o por practicar un oficio que normalmente practica una mujer o un hombre. Y aproveché para invitarlos a escuchar las charlas virtuales de la Demuna de Maynas sobre la promoción de la igualdad y prevención de todo tipo de violencia. Finalmente, mis padres nos dijeron que debemos sentirnos orgullosos de nuestro origen e identidad, y que esto debe ser una posibilidad de unirnos y de luchar contra todo tipo de estigma que genere violencia y las diferencias que nos separan como peruanas y peruanos.

* Después de haber leído atentamente las historias, reflexionamos y respondemos las siguientes preguntas:

1. ¿Cuál es el problema que afrontó Lucía?

2. ¿Por qué los hermanos de Lucía se relacionaban con  violencia hacia ella?

3. ¿La actitud de los hermanos de Lucía era correcta?,  ¿por qué?

4. ¿Qué hubieras hecho en el lugar de Lucía?

Ahora que reflexionamos sobre la base de estas preguntas, es importante que vayamos comprendiendo algunos elementos claves.

* Mujeres y hombres somos iguales

La promoción de la igualdad implica que las mujeres, los hombres, las niñas y los niños  tengamos los mismos derechos, los mismos recursos, las mismas oportunidades y la misma protección.

Por eso, debemos tener en cuenta lo siguiente:

• Mujeres y hombres podemos compartir las responsabilidades del cuidado de las  personas en el hogar y la escuela.

• Mujeres y hombres podemos expresar emociones y opiniones con espontaneidad  en un clima de respeto y buen trato.

• Mujeres y hombres podemos trabajar juntos en proyectos comunes para alcanzar una misma meta.

• Mujeres y hombres podemos compartir tiempo juntos en actividades recreativas donde nos tratemos por igual.

• Mujeres y hombres podemos aportar por igual experiencias, conocimientos y expectativas para la toma de decisiones responsables.

* Prevenimos la violencia

Prevenir la violencia es fundamental para garantizar los derechos de todas y todos,  en especial de las mujeres, las niñas, los niños y las/los adolescentes. Las siguientes acciones pueden ser fundamentales para prevenir la violencia, más aún en tiempos de pandemia:

• Anotemos en una agenda los nombres, teléfonos y la dirección de personas e instituciones de confianza que promueven la prevención de la violencia. Podemos empezar con la Línea 100.

• Ahora que aprendimos a usar las plataformas virtuales, participemos de talleres y conversatorios sobre la prevención de la violencia organizados por instituciones del Estado y la sociedad civil.

• Promovamos el buen trato en la familia, la escuela y los círculos de amistades.

Esta también es una forma de prevenir la violencia.

• Promovamos campañas en el hogar, en las redes sociales, en la escuela, e invitemos a comunicar cualquier situación de violencia. Difundamos redes de apoyo, así como los Centros de Emergencia Mujer, las comisarías de familias y otras instituciones que trabajan sobre el tema.

* ¡Ponemos en práctica lo aprendido!

Luego de reflexionar sobre lo que implica promover la  igualdad y luchar contra todo tipo de violencia, estamos listas y listos para poner en práctica lo aprendido.

El reto de ahora consiste en lo siguiente:

Primero. Elijamos una canción y cambiemos la letra por mensajes que promuevan la  igualdad y la prevención de la violencia.

Segundo. Elaboremos un dibujo que contenga lo más positivo de la canción que  hemos creado y nos dé fuerzas para luchar por la igualdad y contra la violencia.

Tercero. Compartamos el trabajo con familiares, compañeras, compañeros y tutora  o tutor.

Recuerda: Seamos creativas/os y organicemos nuestras producciones utilizando el material que tengamos a nuestro alcance. Podemos compartirlas con la tutora o el tutor.

¡Ya estamos culminando!

A continuación, algunas ideas muy valiosas e  interesantes.

• Vivir libres de violencia es un derecho del que todas y todos debemos gozar.

• No nos quedemos calladas/os ante una situación de violencia; es nuestra  responsabilidad combatirla.

• Mujeres, hombres, niñas, niños y adolescentes tenemos las mismas oportunidades  y cada uno debe asumir responsabilidades que contribuyan al bien común.

• Los Centros de Emergencia Mujer, la Línea 100, el chat100 y las Demuna son  instituciones que brindan apoyo para aprender sobre la igualdad y luchar contra todo tipo de violencia que vulnere nuestros derechos. 

• Cualquier trabajo que no afecte ni vulnere los derechos de las personas es digno.

No se debe discriminar, excluir o generar violencia psicológica por ningún motivo.

*Recordemos que mujeres y hombres podemos realizar los mismos trabajos si nos preparamos para ello.

 

Ahora, veamos juntas y juntos nuestros aprendizajes. Marca con un aspa “X” en los recuadros correspondientes.

Aprendizajes

Mucho

Más o menos

Poco

Reconocí que mujeres y hombres deben tener los mismos derechos y oportunidades.

 

 

 

Identifiqué situaciones y conductas no saludables en mi relación con las personas.

 

 

 

Propuse acciones creativas para promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.

 

 

 

Proponemos acciones para la promoción de la igualdad
practica 5.3.
practica tutoria 5.3. proponemos accione
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